Ascensión Del Señor

Posted by Padre Eugenio Cavallari on 15 May 2015

gialloSalieron y predicaron por todas partes, y el Señor los ayudaba en la obra

Lecturas: Hechos 1,1-11; Efesios 1,17-23; Marcos 16,15-20.                      

1 – La Ascensión – La vida en la tierra termina con la ascensión al cielo. Esto vale para Jesús y para nosotros. Nuestra patria es el cielo y Jesús nos procede en la Casa del mismo Padre: “Voy a prepararles un lugar”. Como si dijera: “Los llevo conmigo y seguiré estando con ustedes”. Nosotros estamos en Jesús de hecho y por derecho, en la esperanza y en la comunión de los Santos, con la Trinidad.

2 - La pedagogía divina – Durante los días “después de Pascua” Jesús preparó a sus apóstoles no tanto a la separación como a ocupar su lugar. Durante muchos siglos, los profetas prepararon Israel al nacimiento de Cristo; durante cuarenta días Cristo preparó a los suyos para su Ascención con una intensa costumbre de vida. Así que, cuando Él se va, los apóstoles comprenden que el Señor sigue obrando con ellos y ellos toman su lugar.

3 - La misión – “Los discípulos salieron y predicaron por todas partes, y el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que la acompañaban.”. De esta manera, con la Ascención comienza la misión de predicar con la fe y con las obras el Evangelio para que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad: “Serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”.

4 – Nuestro lugar – Hoy es nuestro turno para ocupar el lugar de Jesús. No se puede decir de creer en Cristo y seguir guardando en la caja fuerte el don de nuestra fe. Por su naturaleza, nuestra fe, debe ser anunciada, compartida y comunicada a todos, tratándose de “amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como Cristo nos ha enseñado”. La nueva Iglesia, que todos esperan, es una Iglesia en la que cada cristiano es un evangelizador.

5 - Puntos concretos – La "elección cristiana" de la que tanto se habla, debe dejar claro a cada uno la propia incumbencia misionera: la familia, el sacerdocio, la vida religiosa, las misiones, el trabajo, la cultura ... Predicar en todos lados, hoy significa estar presentes en todos los entornos en los que vive y trabaja el hombre. En la comunidad eclesial y civil debemos compartir la responsabilidad, las iniciativas, los problemas de la gente. Cristo está con nosotros: en el corazón, en la Palabra escrita de la Biblia, en la Eucaristía, en el Sacerdocio.

Tags: