Bautismo De Nuestro Señor

Posted by Padre Eugenio Cavallari on 9 January 2014

gialloJuan el Bautista vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia Jesús    

Lecturas: Isaías 42,1-4.6-7; Hechos 10, 34-38; Mateo 3, 13-17.                      

1 - Desde el Mar Rojo al Jordán – El pueblo hebreo comenzó su camino de liberación de la esclavitud de Egipto cruzando el Mar Rojo y lo concluyó pasando el Jordán para entrar en la Tierra prometida. También Jesús, pidiéndole a Juan el Bautista el bautismo, inicia oficialmente en el Jordán su misión de Redentor, que lo llevará un día hasta el Calvario para donar su Sangre al mundo: desde el Jordán al mar Rojo de su muerte en la cruz. Juan intenta defenderse cuando Jesús le pide el bautismo, pero Jesús insiste y le explica el por qué: "Ahora déjame hacer esto, porque conviene que así cumplamos todo lo que es justo" (Evangelio). Para cumplir toda justicia, conviene que justo Jesús, el inocente y sin mancha de pecado, tome sobre sí los pecados de los hombres para destruirlos con su muerte.

2 - En la Trinidad – En este momento solemne de la investidura de Jesús como Salvador del mundo, no puede faltar el sello de la Trinidad. De hecho, tan pronto como Jesús sale del agua, se abren los cielos: el Espíritu Santo desciende sobre él en forma de paloma y resuena la voz del Padre: “Éste es mi hijo predilecto, en el que me he complacido”. En este punto se hace más claro el uso del plural: “conviene que cumplamos toda justicia”, en cuánto en Jesús las tres personas de la Trinidad siempre obran. Tanto es así que en la fórmula del bautismo se nos dice: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

3 - El bautismo – Son tres los efectos del sacramento: a) nos libera del pecado original y eventualmente de los pecados personales, perdonando también las penas debidas al pecado; b) nos inserta en la vida de la Trinidad como hijos del Padre, hermanos del Hijo y esposos del Espíritu Santo; c) incorpora a la vida de la Iglesia, por lo que todos los cristianos en comunión con la verdad y el amor, se convierten en un solo cuerpo y una sola familia en Jesús d) otorga las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad, junto con los dones del Espíritu Santo.

4 – El procedimiento bautismal – Así lo ha recorrido Agustín como un trayecto de la tierra al cielo que transforma al hombre en Dios: 'Cuando el fiel recibe el sacramento en su verdadero sentido, lo ve como el día del sábado, o sea como el día del descanso de Nuestro Señor en el sepulcro: él se reposa de sus obras anteriores así que, recorriendo ya el camino de una vida nueva, reconoce que en él es Dios quien obra, que es activo y se reposa al mismo tiempo, suministrando por un lado los cuidados apropiados a la criatura y por otro lado poseyendo en sí mismo una bendita eternidad o eterna tranquilidad' (Génesis a la letra 4,13,24).

5 – Una dificultad para resolver – He aquí el verdadero problema: ¿por qué el bautismo, aun reponiendo el pecado original, nos deja las consecuencias del pecado? El Señor ha querido dejar la concupiscencia o tendencia al mal, las pruebas físicas y morales de la vida, la muerte misma para que el hombre utilizase su propia libertad cooperando responsablemente con la gracia de Dios. Dios nunca hace todo a solas, sino junto con la colaboración del hombre. Si el bien nos resulta difícil y el mal fácil, es el precio que la criatura tiene que pagar por la redención gratuita del Salvador y, después de todo, su mérito. Todo depende de Dios, pero no debe faltar la colaboración del hombre. En fin de cuentas, Dios nunca nos obliga a aceptar sus dones: quiere que se los pidamos con la oración y los merezcamos con nuestra libre buena voluntad.

Tags: