I Domingo De Cuaresma

Posted by Padre Eugenio Cavallari on 20 February 2015

viola¡Arrepiéntanse, y crean en el Evangelio!    

Lecturas: Génesis 9, 8‑15; I Pedro 3, 18‑22; Marcos 1, 12‑15.                      

1 - Cuaresma – El evangelista Marcos resume muy bien el significado espiritual de la Cuaresma, un tiempo de oración y de escucha, de revisión y de purificación, de perdón y renovación: “El Espíritu impulsó a Jesús a ir al desierto donde Satanás lo puso a prueba durante cuarenta días. Vivía entre animales salvajes y era atendido por los ángeles”. También nosotros subamos con Jesús al Monte del corazón para encontrar a Dios, a nosotros mismos y a los demás. El Espíritu nos empuja también a nosotros estimulándonos a poner bajo presión todas las mejores energías espirituales. No nos hará faltar las  tentaciones del diablo, porque sirven para sus planes de salvación; sobre todo no nos hará faltar sus grandes tentaciones, es decir, las grandes oportunidades de bien para el próximo futuro.

2 – El mensaje – La palabra de Jesús es el íncipit absoluto de toda su predicación y resuena realmente muy claro y categórico: “¡Arrepiéntanse, y crean en el Evangelio!”. El término “conversión” (en griego: metanoia) significa literalmente: cambio radical de mente, de corazón, de vida según las indicaciones del Evangelio. Hagamos algunos ejemplos: orgullo-humildad, egoísmo-amor, individualismo-comunión, avaricia-pobreza, odio-mansedumbre, impureza-castidad, venganza-perdón, superficialidad-responsabilidad, pereza-generosidad, enajenación-interioridad. La vida de Jesús es, por supuesto, el patrón de comportamiento, el único camino de la conversión cristiana: debo convertirme en Jesús.

3 ‑ El diluvio – Las aguas, que sumieron a los malvados, salvaron a Noé: el justo castigo divino siempre elimina el mal y fortalece el bien. Ellas son símbolo del bautismo, que primero salva los hombres del pecado y luego da la nueva vida de Dios. Después del diluvio universal, como signo celestial de la paz entre Dios y los hombres, apareció el arco iris; ahora la paz verdadera está en la Cruz de Jesús, es decir en su sangre, que obtiene el perdón divino y la purificación del mal. Los hombres con el pecado han dado la muerte a Dios en su propio corazón, el Hombre Dios con su muerte ha donado de nuevo la vida de Dios a los hombres. No es posible la conversión sino por la sangre de Cristo, que se ofrece a través delsacramento de la Confesión. El nuevo arco iris - según la feliz expresión de San Agustín - "no parece tal vez ese arco que brilla desde las nubes en forma de letras escritas en el cielo con nuestros nombres para recordatorio de Dios '?

4 - La reconciliación – Dios siempre quiere hacer las paces con el hombre a través de Cristo, así también el hombre tiene que hacer la paz con Dios y con todos los hombres. La conversión se convierte en continua reconciliación para estrechar lazos de amor y colaboración a todos los niveles: hombre-mujer, adultos-jóvenes, mundo del trabajo y de la producción, relación ciudadano-Estado, relación cristiano-Iglesia,  relación entre culturas diferentes y modelos de desarrollo diferentes ... Éstas son las metas prácticas sobre las que la Iglesia invita a todos a desarrollar hoy su misión y en el próximo futuro.

5 - Puntos concretos – Durante la cuaresma podemos empeñarnos en este conjunto de iniciativas: a) intensificar la oración personal (meditación, Misa, adoración, rosario); b) hacer una revisión seria de vida en preparación para la confesión pascual; c) elegir una obra penitencial de mortificación o renuncia ascética a algunas comodidades; d) llevar a cabo obras de solidaridad y caridad (visitar a los pobres, los enfermos, los ancianos, los marginados); d) participar en cursos en la parroquia bíblico-catequéticos; e) entrar a hacer parte de grupos laicales en la Iglesia o en el barrio. 

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