IV Domingo Del Tiempo Ordinario

Posted by Padre Eugenio Cavallari on 28 January 2015

verdeDa órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen

Lecturas: Deuteronomio l8, 15‑20; I Corintios 7, 32‑35; Marcos 1, 21‑28                      

1 ‑ Cafarnaún – Es la ciudad de Pedro, en el Mar de Galilea. Aquí Jesús realizó su primer milagro sobre el hombre: libera a un hombre poseído por el poder del maligno. Al hacerlo, él revela el objetivo central de su misión: liberar al hombre del poder de Satanás, que personifica todo el espíritu del mal y del pecado original. El hombre, redimido por Jesús en la cruz, nunca más será presa del diablo: “¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios”. Evidentemente son muchos los demonios que hablan, pero es como si fueran un todo bajo la dirección de Satanás. Y Jesús le intima dos cosas: “Cállate y sal de este hombre”. He aquí  Dios en acción: Él efectivamente es el único capaz de detener y destruir la obra de Satanás en la mente y  en el corazón del hombre, liberándolo de toda sujeción a las fuerzas del mal.

2 ‑ Un profeta nuevo – Jesús es el verdadero profeta de quien Moisés es la figura y el precursor. El Señor predijo por medio de Moisés: “Yo mismo suscitaré entre sus hermanos un profeta semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él dirá todo lo que yo le ordene”.  Jesús anuncia y realiza la salvación y la santificación de la humanidad. Ésta es la gran sorpresa para las multitudes, que se preguntan” ¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad”. A través de Jesús, Dios mismo ha visitado a su pueblo. También hoy en día este "profeta" habla y actúa a través de su Iglesia. Cada cristiano es el instrumento visible de esta voz profética de Cristo “en palabras y obras”  porque “santo en el cuerpo y el espíritu”.

3 ‑ Una palabra de San Juan Pablo II – “Recordemos la exhortación bíblica a vencer al Maligno. Es una palabra fuerte, pero debemos reflexionar en ella. En el mundo actual es necesario, sobre todo, pensar al Maligno”. De hecho, lo que llamamos "mal" es siempre una criatura que con su libre voluntad cumple el mal. Ahora, el diablo es precisamente el director que coordina los esfuerzos de todos los espíritus malignos para despegar de Dios al hombre, ponerlo contra sí mismo, dividirlo de los demás. Aquí están las consecuencias: ateísmo, inmoralidad, violencia, guerras, terrorismo, esclavitud ... Jesús lo define: enemigo del hombre, asesino, engañador, tentador.

4 ‑ Reaccionar – El Maligno actúa normalmente a través de las criaturas. Se camufla en las ideologías y en las modas actuales, sobre todo usa un cómplice que está dentro al  hombre: la concupiscencia o atracción al mal, consecuencia activa el primer pecado de Adán y Eva. Hoy en día esta influencia maligna puede advertirse también en esa manera sutil de pensar, muy común a la mayoría: el mal no existe -no hay nada de malo al actuar así o lo contrario- no logro liberarme del mal-   toda la culpa es del ambiente. Los devastadores efectos están ante nuestros ojos: los peores crímenes se consumen  cada día con la tranquilidad de nuestra conciencia, que a menudo ya no se deja guiar por las así llamadas “evidencias éticas”, pero por el interés del momento o por el comportamiento de la masa.

5 - El precio – El mal no se cumple impunemente El precio que se paga es siempre en términos de  libertad y de salud. Cada acción mala es pérdida de  libertad interior, de equilibrio físico y espiritual, de dominio de sí ... hasta el punto en que uno puede convertirse en un verdadero esclavo de sí mismo y estar en poder de los demás! Tomar conciencia de este hecho puede ser saludable para reaccionar, recuperando la propia dignidad. No demos más la culpa al ambiente ni a los demás: somos nosotros los responsables. Pues, sólo nosotros podemos en fin permitir al mal de entrar dentro nuestro y arruinarnos.

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