XV Domingo Del Tiempo Ordinario

Posted by Padre Eugenio Cavallari on 11 July 2015

verdeLos envió de dos en dos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus malignos    

Lecturas: Amos 7, 12‑15; Efesios 1, 3‑14; Marcos 6, 7-13.                      

1 ‑ Un cierto Amos – La historia de Israel se puede resumir así: Dios que salva a su pueblo. A Él le gusta valerse de hombres absolutamente normales, a los que llama para el ministerio de profetas, sacerdotes, reyes o simples fieles. Uno de muchos es el profeta Amós, pastor de bueyes, que se presenta así: “Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino que cuido ovejas y cultivo higueras.  Pero el Señor me sacó de detrás del rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel”. Como decir: es el Señor quien siempre  hace todo. En las manos de Dios la debilidad se convierte en fortaleza, la ignorancia en sabiduría. San Pablo también lo explica muy bien: “la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza humana” (Carta a los Corintios). El profeta es muy consciente de que debe ser  sólo un instrumento dócil en las manos de Dios.

2 - La sorpresa – Dios es así: de repente irrumpe en tu vida y te dice sencillamente que lo sigas para llevar a todos su salvación: “Les ordenó que no llevaran nada para el camino, ni pan, ni bolsa, ni dinero en el cinturón, sino sólo un bastón. Lleven sandalias —dijo—, pero no dos mudas de ropa”. Como si dijera: dispuestos a renunciar a todo, con el corazón desprendido de todos los lazos para dejar libre la Palabra de Dios y pura la intención del propio anuncio. Una sólo túnica es más que suficiente: la de Cristo. Sí  estamos revestidos así, todos reconocerán que el profeta es Él. Entre las diversas profesiones de la vida, posibles en este mundo, he aquí una absolutamente extraordinaria: seguir a Cristo repitiendo su misión San Juan Bosco dijo que el Señor llama al 80% de todos los jóvenes. ¡Ésta es la mayor aventura de la vida!

3 –De dos en dos – Dios nunca obra solo, pero quiere la cooperación del hombre. Tampoco el hombre tiene que obrar solo, sino junto a los demás. Éste es el significado de la expresión: "de dos en dos". Pues, cada uno de nosotros siempre está junto a Jesús cuando obra en el mundo, y este hecho ya es de mucho consuelo. Además, cada uno debe ayudar al otro, para que no se desanime en medio a las dificultades y pueda compartir sus dones. Sin embargo, hoy en día, el Señor ya no se limita a llamar a los «doce», es decir sólo algunos: sino que ¡nos llama a todos! Frente a los enormes problemas del mundo, ¿quién tiene el coraje de echarse atrás? Sin embargo, en la Iglesia todavía se cuentan demasiados lugares vacíos: ¡gran responsabilidad de nuestra generación con respecto al futuro de la humanidad!.

4 – La acogida – Ya este hecho indica cómo se recibe hoy al mensaje cristiano. Dice Jesús: “Y si en algún lugar no los reciben bien o no los escuchan, al salir de allí sacúdanse el polvo de los pies, como un testimonio contra ellos”. Este texto puede parecer duro y ofensivo; pero en realidad Jesús quiere reiterar el principio de absoluta fidelidad a su mensaje, sin arreglos o compromisos con la mentalidad y la moralidad del mundo. Existe libertad para todos, pero también es cierto que todo el mundo tiene el derecho a ser ayudado y salvado.

5 ‑ Tres cosas – He aquí un resumen de lo que hacían los apóstoles, y lo que también hay que hacer hoy: a) predicaban que los hombres se convirtieran del egoísmo al amor de Dios y al amor del prójimo; b) echaban muchos demonios, con los sacramentos de la penitencia y de la Eucaristía, así como con la nueva moral cristiana que ayuda a vencer las pasiones y promover la justicia; c) ungían con aceite a los enfermos y los sanaban, curando todo tipo de enfermedades del cuerpo y del espíritu con el aceite de la caridad cristiana. ¡Ésta es la tarea que nos espera: sacerdotes, religiosos y laicos! Esta es una empresa que trasciende las fuerzas humanas, es por eso que  Jesús nos invita a orar al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.

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