XVI Domingo Del Tiempo Ordinario

Posted by Padre Eugenio Cavallari on 16 July 2016

verdeMarta, una sola cosa es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada 

Lecturas: Génesis 18, 1 10; Colosenses 1, 24 28; Lucas 10, 38 42.

1 – Las dos hermanas – El episodio evangélico es importante porque siempre es actual. Marta y María discuten porque quieren intercambiarse los papeles: Marta está totalmente ocupada en los quehaceres domésticos, María está tranquilamente absorta escuchando a Jesús. La vida actual, tan frenética y agotadora, nos hace envidiar y reprochar a los que se dedican a la oración, al estudio, a la contemplación, a lo mejor encerrados en un convento de clausura. La vida activa y la vida contemplativa son ambas necesarias. ¿Cómo conciliar las dos exigencias?

2 – No hay discrepancia – Todas las actividades de trabajo y la vida interior deben llevarse bien por el simple hecho de que ambas están motivados por el mismo amor a Dios y a los hermanos... Si rezo es para salvar almas, si cuido un enfermo o ayudo a quien lo necesita es para amar al Señor. La fórmula adapta no sólo para los cristianos, sino para todo el mundo, la acuñó San Agustín:: “sean contemplativos en la acción, sean activos en la contemplación”. La experiencia nos enseña que solamente quien está lleno de Dios y de bienes interiores logra donarse sin desgastar sus energías en proyectos a gran escala. ¡Madre Teresa de Calcuta estaba arrodillado dos horas de adoración eucarística diaria antes de ir a ayudar a sus pobres y enfermos terminales!

3 - El descanso – Ahora es el momento para que cada uno revise su forma de vida y vuelva a equilibrar sus diferentes aspectos. Hacemos muchas cosas, las hacemos apurados, bajo tensión. No saboreamos más las pequeñas y bellas cosas de la vida. Entonces descansemos un poco nuestro espíritu con la oración, con la contemplación incesante del misterio de la vida, dentro y fuera de nosotros, con la justa y serena contemplación de lo que hacemos y debemos hacer. Lo que no logramos hacer hoy...¡lo haremos mañana! Sobre todo, debemos sentir siempre muy cerca nuestro al Señor.

4 – Sólo una cosa es necesaria – La respuesta de Jesús a Marta reconduce la cuestión en los justos términos. Todo es importante en la vida, pero una cosa sola es realmente necesaria: salvar la propia alma y preparar bien nuestras jornadas. San Pablo explica: “Yo fui constituido ministro de la Iglesia, porque de acuerdo con el plan divino, he sido encargado de llevar a su plenitud entre ustedes la Palabra de Dios, nosotros anunciamos a Cristo, a fin de que todos alcancen su madurez en Cristo”. Los valores del espíritu y el fin último de la vida, deben tener, pues, la primacía absoluta, el resto tiene que estar en función de dichos valores. Por otro lado, lo experimentamos todos los días: cuando preceden la oración o la misa del domingo, se logran realizar bien las actividades durante toda la semana.

5 - Un pensamiento de San Agustín – “La Iglesia reconoce dos vidas, reveladas y recomendadas por Dios, de las cuales una está en el tiempo y en la fatiga, la otra en el descanso y en la eternidad, una en el trabajo de la acción, la otra en el premio de la contemplación. La primera está significada por el apóstol Pedro, la otra por el apóstol Juan. La actividad perfecta –dice Jesús- debe inspirarse al ejemplo de mi pasión, la contemplación ya iniciada espere mi regreso, porque cuando vendré ella alcanzará su cumplimiento” (Tr.Ev.Jn.124,5).

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