Solemnidad De La Asunción De La Vírgen Maria

Posted by Padre Eugenio Cavallari on 14 August 2015

gialloApareció en el cielo una señal maravillosa: una mujer revestida del sol, con la luna debajo de sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza    

1-    Con Jesús para siempre –La condición de Maria es absolutamente única, desde el primer momento de su concepción hasta el último momento de la vida. La coloca a un paso de Dios y por lo tanto es la más cercana a los hombres: es madre de los hombres porque es madre de Dios. Y todo ello en el misterio de la encarnación, muerte y resurrección de Jesús Cristo, por lo que  Ella misma es la primera hija de la Redención y sigue directamente el destino de Él, resucitado en el cielo. 

2-    La Asunción- El 1° de noviembre de 1950, Pio XII  definió solemnemente -como verdad de fe- la Asunción al cielo de Maria en cuerpo y alma. No era posible la corrupción de Maria en el sepulcro, a causa del pecado original de Adán y Eva, porque ella es la inmaculada Concepción y la Madre de Dios hecho hombre. La muerte de María es muy similar a la de Jesús, el inocente, que quita el pecado del mundo. De esta manera ella cooperó personalmente a la redención de la humanidad. Es muy lindo pensar que también Ella haya tenido “tres días” de sepulcro como tuvo Jesús: tenía que ser similar a Él en todo.

3-    Reina de los Ángeles y de los Santos – Así la honran la Iglesia del cielo y la tierra. En su cabeza una corona de gloria, que es la plenitud del Espíritu, brillando con doce estrellas, es decir, sus privilegios de gracias, que se resumen en la maternidad universal: Madre de la Iglesia. Así sigue llevando a cabo su misión de Madre desde el cielo: "intercediendo por sus hijos, siendo para todos un modelo de fe y caridad y ejerciendo sobre ellos una influencia saludable, que deriva de los méritos superabundantes de Cristo. Los fieles ven en ella una imagen y una anticipación de la resurrección que les espera, y la invocan como abogada, auxiliadora, socorro, mediadora' (Compendio del Catecismo de la Iglesia católica n. 197).

4-    Una jaculatoria agustiniana (sig. XIII) –  Es una síntesis perfecta de toda la mariología, con respecto al misterio de la Santísima Trinidad: "Dios te salve, Hija de Dios Padre; Dios te salve, Madre de Dios Hijo; Dios te salve, Esposa del Espíritu Santo; Dios te salve, templo de la Santísima Trinidad; Virgen, siempre Inmaculada, intercede por nosotros ".

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