Tercer Domingo De Adviento

Posted by Padre Eugenio Cavallari on 12 December 2013

violaDigan a los que están desalentados: ahí está su Dios, Él vendrá a salvarlos!"    

Lecturas: Isaías 35, 1 6. 8-10; Santiago 5, 7 10; Mateo 11, 2 11.                      

1 - Crece la alegría - Las voces de Isaías, del Bautista, de Pablo y de Santiago se acuerdan sobre el tema de la inminencia de la llegada de Cristo: “¡Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! El Señor está cerca!” La profecía deja el sitio a la realidad. No pospongamos a otros tiempos la llegada del Salvador: Él ya está entre nosotros. También hoy muchos extraviados de corazón que se preguntan y le preguntan a la historia: “¿Eres tú el que tiene que venir o tenemos que esperar a otro?” Cristo, evidentemente, no convence todavía a través de su Iglesia y los hechos actuales...

2 - Las mismas señales – A sus interlocutores, Jesús dijo: “Vayan y díganle a Juan lo que están viendo y oyendo. Cuéntenle que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos vuelven a la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia”. También hoy en el espíritu de muchos hombres ocurren los mismos prodigios: los pobres aman a Dios mientras que los ricos lo blasfeman, muchos ciegos empiezan a ver nuevas metas , hay cojos que caminan bien y con seguridad, hay sordos a la conciencia que siguen dócilmente la ley natural...

3 - Bendito quien no se escandaliza de mí – Preguntémosnos, ¿por qué Cristo ha querido ir así contra la corriente: ha elegido Belén, se ha hecho niño, se ha rodeado de gente pobre, humilde e ignorante, ha gastado su vida por el bien de la humanidad, ha muerto en la cruz? Preguntas que exigen una respuesta. Hoy somos nosotros la respuesta de Cristo con nuestra coherencia: todos quieren ver un Cristo viviente que justamente ha vivido entre nosotros.

4 - ¿A quién han ido a ver? - El hombre puede ser o una “caña sacudida por el viento” de las opiniones ajenas o una “caña que piensa” según la verdad. Hoy, duele decirlo, hacen de todo para que el hombre no piense con su propia cabeza, pero según las modas corrientes, las más extravagantes, contradictorias, contra la naturaleza del hombre. Muchos se conforman con vivir sin pensamientos, preocupaciones, responsabilidades, molestias de ningún tipo; sin el gusto de razonar con su propia cabeza y decidir en plena libertad, sabiendo ir contra la corriente: he aquí la religión y la filosofía de muchos hombres.

5 - El más pequeño y el más grande – Palabra de Jesús: “Les aseguro que entre los mortales no se ha levantado nadie más grande que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él”. Aquí no se trata más de medidas humanas, pero de medidas divinas. Efectivamente, la humildad de Jesús vale más de cualquier grandeza: la humildad es la medida del infinito. Nuestra vida como tal se convertirá con el amor de Dios en nuestro corazón.

6 - La novena de Navidad – ¿Por qué este año no hacemos el mismo itinerario de María y José a Belén, con un recorrido espiritual de nueve días o etapas, haciendo una pausa de oración junto a nueve categorías de hombres que representan igualmente estaciones para reflexionar sobre las necesidades del mundo: familias, jóvenes, trabajadores, ancianos, presos, enfermos, vocaciones, paz, unidad?...

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