XXIX Domingo Del Tiempo Ordinario

Posted by Padre Eugenio Cavallari on 16 October 2015

verdeEl que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.    

Lecturas: Isaías 53, 2. 3. 10‑11; Hebreos 4, 14‑16; Marcos 10, 35‑45.                      

1 - Siervo del Señor –Isaías describe en dos rasgos la misión salvífica de Jesús: “Despreciado y rechazado por los hombres,  varón de dolores, hecho para el sufrimiento - él ofreció su vida en expiación, y llevará a cabo la voluntad del Señor”. Y el autor de la carta a los Hebreos dice: “No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado”. Cristo en la pasión abraza las miserias del hombre, hace suya la pasión de cada hombre, quiere hacerla suya en la Cruz.

2 – Santiago y Juan – En cambio, los dos apóstoles imaginan un Mesías glorioso, lleno de poder humano, y  quieren compartir con él este tipo de gloria terrenal. Pero Jesús los invita a hacer con él otro tipo de  experiencia real: a “beber otro cáliz”, a mezclar su sangre con el suyo: “Ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”. Éste es el servicio real de Cristo a la humanidad: redimir al hombre del poder del mal con la Palabra de la verdad y su propia vida.

3 ‑ El servicio – El cristiano es por vocación el que repite en todo, la vida de Cristo, prolongando, por así decir,  la misión de salvación. Pablo llega a decir una frase muy incisiva: “cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo”. Éste es el servicio fundamental que hay que ofrecer a Cristo antes que nada: ayudarnos mutuamente a sanar del pecado, a estar libres de todo mal y comprometidos en el bien, a volver a encontrarse consigo mismo y aceptar a los demás. Se trata de un gran proyecto, que da un nuevo sentido a la propia vida, consagrando toda la persona, las actividades y las realidades del mundo al amor de Dios y del prójimo. Este servicio es fruto de una completa dedicación a la causa del hombre.

4 ‑ En concreto – De este principio brotan algunas consecuencias prácticas que constituyen la “prioridad” del servicio. Hoy el hombre tiene una fuerte necesidad de aceptación, comprensión y cariño para superar la soledad y crear un nuevo tipo de relaciones humanas a nivel familiar. Todo comienza a partir de un gesto de confianza en el otro, un crédito positivo que desencadena una respuesta similar y crea una amistad. Ahora, la amistad es la antesala del amor, que es el don de sí mismo. ¡Ojalá que el  hombre finalmente se de cuenta que es amado por Dios y que está rodeado de tantas personas queridas!

5 - Personas vivas – Es una evidencia: cuando una persona, siempre y en todo, viene servida, no madura, no se pone adulta. Esto ocurre no sólo en la familia sino también en la vida de la comunidad civil y eclesial. Muchos dicen: está el intendente, está el cura que se ocupa, están las “personas buenas”… Hoy este razonamiento ya no funciona: la nueva comunidad -y la Iglesia quiere serlo-  debe estar hecha por personas vivas , responsables, activas, que piensan con su propia cabeza y también se mueven por su cuenta, tomando la iniciativa. ¡Ese es el segundo servicio más urgente en estos momentos!

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