Vigésimo Sexto Domingo Del Tiempo Ordinario

Posted by Padre Eugenio Cavallari on 23 November 2013

verdeHijo, recuerda que durante tu vida recibiste tus bienes, y Lázaro, igualmente, males; pero ahora él es consolado aquí, y tú atormentado.    

Lecturas: Amós 6,1.4 7; 1° Timoteo 6,11 16; Lucas 16,19 31.                      

1 - Historia de todos los tiempos – El profeta Amós condena duramente a los que viven en el lujo y la riqueza sin afligirse de la “ruina de José”, es decir al hermano que sufre la injusticia y la pobreza. La consecuencia de tal comportamiento será la siguiente: “marcharán a la cabeza de los desterrados,
y así terminará el banquete de los holgazanes”. La historia de las revoluciones humanas nos recuerda que aún más que los hombres “el Señor es el que hace justicia a los oprimidos, da el pan a los hambrientos y libera a los cautivos”.

2 - El hombre rico y Lázaro – La parábola evangélica completa el cuadro: el hombre rico muere y es sepultado en el infierno, en medio de sus tormentos, Lázaro muere, y los ángeles lo llevan al paraíso. Por lo tanto, el rico en esta vida arruina a los demás, pero en la otra pierde a sí mismo: “¡Ay de ustedes los ricos porque ya han recibido su consuelo, ay de ustedes los que ahora están saciados, porque sabrán lo que es pasar hambre, ay de ustedes los que ahora ríen, porque sabrán lo que es derramar lágrimas! Bienaventurados ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Bienaventurados ustedes los que ahora lloran, porque reirán” (Lucas 6,21.24 25).

3 - El jugo de un discurso – ¿El hombre, es o no es MI HERMANO? Uno se acuerda de la respuesta arrogante que Caín le dio a Dios cuando le preguntaba adonde estaba su hermano Abel: ¿”Soy yo acaso guardián de mi hermano”? El mundo, dominado por el egoísmo, piensa únicamente en función de su interés personal y de las leyes del mercado. No hay lugar para la compasión y la solidaridad. En vez, aquí está la respuesta del Evangelio: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Actuar no sólo en términos de su "yo", sino de "nosotros".

4 – El infierno y el paraíso – Estamos construyéndolos todos los días. Todos somos espectadores de un mundo que presenta similitudes extraordinarias con el infierno y el paraíso. El egoísmo hoy toma formas terribles de opresión, de represión de los demás y de auto-destrucción; el amor y el altruismo responden con formas igualmente sublimes. Por supuesto, en el paraíso entrará solamente quien será capaz de vivir con todos como “un solo corazón y una sola alma”.

5 – Los cinco hermanos – Somos todos nosotros. La invitación es doble: a) no basar la vida en el egoísmo personal y en los bienes materiales; b) aliviar en todos los sentidos, las miserias y las necesidades de los otros. No es necesario especificar concretamente cuales son estas miserias y necesidades; los pobres los que sufren –viejos o nuevos- están con nosotros todos los días: personas solas, enfermos, desempleados, familias en crisis, discapacitados, drogadictos, reclusos...