XXVII Domingo Del Tiempo Ordinario

Posted by Padre Eugenio Cavallari on 1 October 2014

verdeEl reino de Dios se les quitará a ustedes y se le entregará a un pueblo que produzca los frutos del reino.    

Lecturas: Isaías 5, 1 7; Filipenses 4, 6 9; Mateo 21, 33 43.                      

1 - La viña del Señor – En el plan de Dios, toda la humanidad, en Adán y Eva, estaba llamada a ser su viña, su familia. Al primer pecado de nuestros progenitores Dios no responde con una condena exclusiva con la expulsión del Jardín del Edén, sino con una nueva rehabilitación y una nueva llamada, que se expresa históricamente en Abraham, por lo tanto en el pueblo de Israel. Y cuando los hebreos respondieron con una infidelidad increíble al amor de Dios crucificando a su Hijo, Él en Jesucristo, elegirá como su viña a toda la humanidad que acoja la salvación. Hoy nos toca a nosotros decir: “Nunca nos apartaremos de ti: devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre” (Salmo 79).

2 - La lección de la historia – La parábola de Mateo es un resumen de la historia pasada, presente y futura. El pueblo hebreo, a causa de infinitas infidelidades, de hecho, se ha vuelto incapaz de “cultivar” la viña de Dios. Hoy en día, ese lugar lo ocupamos nosotros, las naciones llamadas cristianas. Pero un mañana, ¿qué será de la viña del Señor? El cristianismo auténtico (no el del domingo, pero el del día de trabajo, el de todos los días) está a punto de hacer definitivamente las maletas para llegar a los pueblos del Tercer Mundo o está renaciendo de las ruinas del neo- paganismo laico moderno? Sobre esta cuestión se juega nuestro futuro inmediato.

3 - ¿Qué motivos? – La actual alergia o crisis de rechazo del cristianismo es sin duda alguna, el resultado del miedo a la verdad y a la ética. Se perdieron los llamados “valores de la vida”: la persona, la familia, un amor que te haga realmente feliz. En todo esto pesa también un cierto tipo de cansancio y de miedo: el miedo de ser derrotados en la vida o de deber renunciar a un cierto tipo de bienestar y humanismo cómodo, el vértigo de deber conquistar el “Everest” del infinito. Si nuestro corazón aún está insatisfecho, significa que la meta aún no se ha alcanzado. Preguntémosnos entonces: ¿vale la pena ser hombres “nadie” y larvas de cristianos en vez que cristianos que se lanzan con pasión infinita en esta aventura de convertirse en Cristo?

4 - La piedra descartada – Cristo, la piedra descartada por los constructores de la civilización sin Dios, se ha convertido en la piedra angular. Muerto en la Cruz, resucitó de entre los muertos al tercer día: ahora rige el destino del mundo y un día juzgará a toda la gente. ¿ También nosotros aceptamos edificar nuestras vidas y todo el mundo, con los valores y las indicaciones concretas del Evangelio?

5 - Un pensamiento de San Pablo – “En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos. Y el Dios de la paz estará con ustedes”. De esta manera, todos somos constructores del mundo, a pleno título, con Cristo.

Tags: